La marca es el signo o signos, verbales o gráficos, que identifican a una empresa y la diferencian de otra.
La función del branding es establecer los significantes para una marca y asociarlos con los conceptos más apropiados. Es importante hacer un buen estudio y no caer en hacer lo mismo que hacen los demás para que la identidad de la marca no pase desapercibida, pueda confundirse con otras del mismo sector o simplemente no se consiga llegar al público al que va dirigido.
Haciendo un repaso de cómo ha evolucionado la marca a lo largo del tiempo, ya que no siempre ha tenido la misma importancia o intencionalidad, nos encontramos con que en un primer momento la marca servía para marcar la autoría o propiedad de algo. Pensamos por ejemplo en los sellos que se colocaban en las cartas con el fin de transmitir de dónde procedía un mensaje; o la pertenencia a algún linaje con los escudos.
Más adelante y cuando se produjo la Revolución Industrial fue muy importante garantizar la procedencia de los productos que se producían en masa y su fiabilidad, por lo que destacar la marca de los mismos y que se afianzase como referente era de vital importancia.
Ya entrado el siglo XX, cuando la producción empieza a ser masiva y aparecen mismos productos, pero con distinta procedencia, establecer una diferencia y destacar por encima de la competencia empieza a ser más relevante.
Como vemos, la finalidad de la marca va cambiando conforme a las necesidades del momento. Hoy en día nosotros mismos marcamos la ropa de nuestros hijos con su nombre para determinar que es su prenda y no se la quede el hijo del vecino en la escuela, pero una marca de producto ya no tiene solo esa finalidad (saber que lo has comprado en X tienda), sino que también determina cierto gusto o simpatía por los valores que transmite.
La conexión emocional cobra mucha relevancia, y ello lo vemos en si eres de Coca Cola o Pepsi; si vistes de Desigual o Massimo Dutti.
El branding se encarga de que una marca tenga bien definidos esos valores que va a transmitir y que a través del marketing lo haga de la mejor manera posible usando diferentes mecanismos como son las imágenes y el lenguaje en sus publicaciones. Si esto se hace bien, las marcas, a través de estas conexiones que hacen con su público, van a obtener fidelidad por su parte, diferenciarse de la competencia o que incluso paguemos más por sus productos.
Una empresa que no presta atención a sus valores o que no cuida su imagen nos va a resultar de menos confianza que otra que se mantiene fiel a sus principios, aunque vaya evolucionando en su forma de comunicar. Hoy en día, que estamos tan expuestos a publicidad y a ser bombardeados con imágenes por todos lados, el diseño es muy importante para captar la atención del público al que va dirigido, por lo que es una inversión necesaria y casi obligada.
Todo el mundo es capaz de reconocer muchas marcas por su forma de presentarse en tiendas, anuncios o imágenes antes de ver su nombre.
Espero que con esta breve explicación acerca del branding os haya podido ayudar a entender más el trabajo que hay detrás de este mundo del diseño gráfico y que poco a poco en otras publicaciones podáis aprender un poco más, ya que en general la cultura del diseño gráfico al ser relativamente reciente no es conocida por todo el mundo o captada con la importancia que debe tener.